17 Ene S.O.S. Se acabó la Navidad
Uff, todos mis propósitos de no pasarme en éstas fiestas se esfumaron en cada comida familiar, y claro ahora tengo que volver al buen camino saludable y quitarme esos pocos quilos de más.
¿Por dónde empiezo?
Lo primero, calma y nada de culpabilidades, lo hemos disfrutado con la familia, son fechas maravillosas para reunirnos todos a la vez, compartir, reír, soñar, salir…. y comer.
En España todo lo celebramos alrededor de la mesa: navidades, fiestas locales, cumpleaños, aniversarios…y con buena cocina por supuesto. Tenemos cientos de platos salados y dulces.
Cocinamos siempre más cantidad de la que vamos a comer y eso implica tener sobrante para varios días, pero tengamos sensatez y no nos los comamos hasta terminarlos, eso significaría no perder un gramo.
Comencemos por repartir entre todos los asistentes los sobrantes. Un poco cada uno y nos quedará nada o un mínimo.
¿No lo has hecho éste año? El próximo si lo harás.
Bajar de peso, pero no bajar de energía
• Comenzaremos por desayunar licuados de verduras para ayudar a depurar nuestro hígado, después tomar una pequeña crema de cereal con unas pocas semillas tostadas y una infusión digestiva, hepática.
• Si tuviéramos calor, es posible aún en ésta estación, claro que no es un calor agobiante como en verano, es que notamos que necesitamos menos ropa de abrigo aún siendo un día frío, podemos añadir manzana al licuado. Os recomiendo ver mi post anterior “Des-ayuno ¿Rompemos el ayuno o lo continuamos?”.
• A media mañana unos bastoncillos de verduras o una pieza de fruta, más una infusión, nos bastará para calmar el gusanillo.
• A mediodía comenzaremos con una buena ensalada variada y con mucho verde, la aliñaremos sin sal para evitar retener líquidos pero usaremos un aliño suave como por ejemplo: aceite, gotas de salsa de soja, gotas de limón o mostaza, lo aligeramos con un poco de agua y rociamos la ensalada.
• Otro comienzo sería con ensalada tibia hecha con verdura verde al dente (hervirla 3 minutos): brócoli en flores, judía verde o col rizada en juliana, hojas de canónigos, rúcula… escaldadas unos segundos, también aliñadas.
• Después un plato no muy grande de pasta o arroz con verdura, por supuesto nada sofrito y acompañar con proteína mejor vegetal (tofu, seitán, tempeh, legumbres, frutos secos en poca cantidad..)
• Y para terminar un trozo de calabaza o boniato asado. Infusión digestiva.
• A media tarde tomaremos algo de fruta cocida: en compota sin endulzar, manzana o melocotón al horno…
• Cenar muy temprano y siempre verdura al dente o en cremas. Y si hay hambre un poco de proteína vegetal. Una infusión relajante y nada más.
En resumen comidas sencillas, sin fritos, ligeras, con un 50% de verduras en cada plato y un par de frutas al día.
Nunca debe faltar en cada comida verduras, sobretodo de hoja verde, cereal, proteína.
Así, sin pasar hambre, sin perder energía, en pocos días volveremos a nuestro peso anterior.
Nada de dietas express, nuestro cuerpo agradece siempre que le tratemos con mucho mimo y sin brusquedades.
Por supuesto, el ejercicio físico también es un punto importante para conseguir la meta.
«Sin pausa pero sin prisa » (sabiduría popular)
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