Materia o energía ¿qué somos? (parte I)

Materia o energía ¿qué somos? (parte I)

Tal vez te preguntes qué tiene que ver éste artículo con mi blog “Ama tu cocina, cuida tu salud”. Después de esta pausa tomada para reencontrarme conmigo misma, he observado que si bien la comida es muy importante para la salud, no siempre es suficiente.

Hay mucha información sobre cocina, recetas, alimentos… pero no tanta sobre la energía y salud de nuestros cuerpos.

La materia es la energía en estado solidificado. Ni todo es energía, ni todo es materia: hay una dualidad entre ambas desde la que se crea todo. Esta dualidad en medicina china se le llama yin y yang (energía y materia, cuerpo y alma).

Realmente somos materia y energía en continua vibración e intercambio.

Muchas personas estamos interesadas en conocernos mejor, queremos saber por qué reaccionamos de una forma distinta a otros en las mismas situaciones, o de determinada manera con los demás.

Nuestros cuerpos (leer artículo en mi blog) físico, mental y emocional, son los que nos hacen ser lo que somos: seres únicos.

El cuerpo actúa muchas veces con un efecto ralentizador, para adaptarnos a pensamientos y emociones, y a la vez sirve de recipiente de emociones, creencias y patrones, anclados fuertemente en nuestro inconsciente.

Las emociones y los pensamientos afectan al organismo, y pueden alterarlo en un instante, independientemente de lo que comemos, que como está demostrado, también afecta.

Alimentarnos no sólo es comer o beber, también es pensar y sentir. Actualmente hay un gran culto al cuerpo, hay gran cantidad de información con diferentes tendencias: que si paleo, que si vegano, convencional, protéico…un sinfín de teorías y métodos, pero poca preocupación en sanar emociones y pensamientos.

Así vemos gente con un cuerpo escultural y un gran vacío o caos emocional y/o mental.

Está subiendo cada vez más la necesidad de tomar ansiolíticos, antidepresivos, píldoras para dormir, y esto se debe a que no hemos tomado consciencia de que somos un pack de cuerpos y que el físico es el estado material de lo que pensamos y sentimos.

A algunos os sonará raro lo que os digo, pero sé que a otros os ayudará a comprender por qué tras un disgusto tienes una taquicardia, una mala digestión o cualquier otro síntoma. Que cuando estás relajado, alegre, positivo, bien alimentado,etc. tu cuerpo, tu sensación de vivir es mucho mejor que si estás tenso, negativo y alimentándote mal.

¿Quién no ha experimentado o está experimentando lo que se llama «mala racha», que no es más que lo que piensas y sientes ante una vicisitud que se te presenta? Lo mismo: unos lo llevan de una forma diferente a otros, y eso es por cómo cada uno piensa o siente las cosas de la vida.

Tanto las emociones como los pensamientos positivos tienen un alto poder de curación de nuestros cuerpos, y viceversa.

El detox forma parte obligada de todo aquel que se precie en valorar su salud física. Nos importa mucho nuestra parte material, que es nuestro cuerpo, pero ¿y por qué no nos preocupa el detox de los pensamientos y de las emociones? Culturalmente la sociedad se ha ido transformando cada vez más a lo que vemos que a lo que percibimos. De hecho, la intuición y los sentimientos no son valorados. Hablamos de un gran científico, lo alabamos, lo veneramos, lo valoramos por lo que hace (material) y no por cómo es como persona. Eso sólo lo dejamos para los santos, como si no tuviera que formar parte de nosotros.

Es cierto que la comida puede cambiar nuestro ADN y que es sumamente importarte, y comiendo lo que cada órgano de nuestro cuerpo necesita mejoramos nuestra salud física, mental y emocional, pero no es suficiente: hay que trabajar conjuntamente los tres cuerpos, ayudarnos con flores de Bach, meditación, relajación, paseos por la naturaleza formando parte de ella, el aquí y ahora, no juzgando nada ni a nadie, aprender a perdonar y perdonarnos, amar y amarnos, ser positivos, entender que los errores son necesarios en nuestro aprendizaje…

Aprender a aceptar el ritmo de cada uno y el nuestro en este aprendizaje, hará que sintamos esa paz interior de la que cada vez carecemos más, y queremos tener llenando ese vacío con cosas materiales.

La “necesititis” es el auténtico virus causante del actual síndrome de enfermedad emocional (Rafael Santandreu)

Con la teoría de los cinco elementos, sistema sencillo y útil, te conocerás a ti mismo y a los demás y mantendrás el equilibrio físico, mental y emocional.

Aprendemos que todo y todos es individual, que no hay generalidad.

Conociendo la personalidad de cada elemento te será más fácil comprender a cada persona y su forma de actuar, a comprender acontecimientos, a pasar por la vida sin tomarte todo a la tremenda. Ofrecen la clave para poder aceptar, en lugar de juzgar y aguantar.

Podrás relajarte y entender que todas las personas tienen sus propias limitaciones, sobre todo en situaciones de estrés, aún cuando intentan hacer lo mejor.

Te traerá paz, alegría y hará tu vida más fácil.

Si quieres conocer a cada una de las distintas personalidades de los cinco elementos no te pierdas los siguientes artículos.

Decide ser quien dirige tu vida
Sin comentarios

Escribe tu comentario