Nuestra personalidad y los cinco elementos: tierra (parte II)

Nuestra personalidad y los cinco elementos: tierra (parte II)

Los cinco elementos se escribieron hace más de dos mil años por médicos chinos que clasificaron toda la vida en cinco fases, cinco estaciones, cinco elementos: agua, madera, fuego, tierra y metal.

Es la base para comprender cómo funciona el mundo, qué necesita el cuerpo humano para conservar la salud y entender la personalidad de cada uno de nosotros.

Todos contenemos los cinco elementos, pero uno de ellos (o una combinación de ellos) será predominante.

El sistema de los cinco elementos explica que la conducta humana, las emociones, los pensamientos y la salud están influenciadas por éstos elementos.

Este sistema puede ser difícil de entender en occidente, porque la energía innata, la intuición y la personalidad con la que nacemos, suelen ser anuladas por la familia, la escuela y la sociedad.

¿Porqué? Te preguntarás, pues muy sencillo: simplemente nuestro mundo occidental es más material que espiritual. Lo que vemos, lo que tocamos, lo que olemos, lo que saboreamos, lo que adquirimos, los éxitos cosechados, una vida enfocada en cosas, objetivos, beneficios. Muchas veces todo esto resulta innecesario y olvidamos el sentido de la existencia, el amor desinteresado y las energía sutiles.

Sin embargo, los cinco elementos es un sistema sencillo y directo que nos ayuda a mantener el equilibrio físico, emocional y mental o a recuperarlo.

Conocer las personalidades de agua, madera, fuego, tierra y metal, nos ayuda a entender que todos y todo es individual y cada uno tenemos un ritmo diferente.

Por ejemplo, una persona estresada que sea «agua» pasará mucho tiempo pensando sobre la vida. Un «madera» estresado se enfadará con la gente. Un «fuego» necesitará personas para distraerse y actividades divertidas. Un «tierra» necesitará amigos y familiares que le apoyen, mientras que un «metal» se apartará de las personas.

Los cinco elementos te dan la clave para poder aceptar en lugar de juzgar.

Comenzaremos por conocer la personalidad tierra, que es el elemento del final de verano, el que corresponde en éste momento. Es el espacio entre el final del verano y el comienzo del otoño.

A finales del verano la energía comienza a disminuir lentamente y el Sol calienta menos, ya que el eje de la Tierra se aleja de él y los rayos entran en menor cantidad.

Con menos sol la savia de los árboles y plantas se recoge hacia su interior cayendo las hojas. Comienzan las primeras lluvias, el movimiento energético es hacia abajo. Vibración de recolección y asentamiento que trasladamos a nuestra vida, casa, trabajo, familia….

El arquetipo es la madre, el cuidador

A las personas tierra les encanta reconfortar a los demás, estar rodeados de amigos, cuidar de sus hijos y nietos, cocinar para la familia, ofrecer cosas a los demás. Saben escuchar, te hacen sentir querido, son el profesor querido, la mamá cariñosa…

Son muy buenos trabajadores sin ser adictos al trabajo. Como algunos madera, son verdaderas abejas obreras, excelentes colaboradores y asistentes. Se sienten orgullosos de ser personas fiables.

Si eres amigo de un tierra, seguramente habrás recibido algo hecho con sus manos: un pan, una sopa, una colcha, un mueble.  Tejen, cosen, cocinan…. Para poder hacer regalos, les resulta incómodo cobrar por sus servicios, son bastante altruistas.

No son personas de estar en primer plano, sirven a las masas, se sacrifican por otros, les gusta servir a los demás.

No les gusta pedir ayuda, si la piden creen que están molestando o siendo una carga, les gusta más dar a los demás que a sí mismos.

Si se dieran tanto amor como a los demás, entonces su vida tendría más equilibrio y armonía.

Su vida consiste en estar con personas, casi siempre tienen hijos y si no los tienen, dan su amor a los animales, a los niños y a los mayores. Se implican en la comunidad para que la gente se sienta querida y segura. A un tierra le duele ver a gente excluida.

Cuando no están en equilibrio pueden tener una necesidad extrema de sentirse valorados y si su generosidad no es correspondida pueden sentir resentimiento.

De los cinco elementos son los que más se resisten a cambiar.

En medicina china, a nivel físico, se dice que están gobernados por el estómago y el bazo, y su sabor es el dulce. El estómago ayuda a digerir la comida y la bebida y el bazo recicla los glóbulos rojos desgastados, almacena la sangre para emergencias y contribuye al sistema inmunitario produciendo linfocitos. Pero no solamente se digieren los alimentos, también se digieren las emociones. Si no sienten satisfacción y tranquilidad, no las digieren bien y padecen de problemas estomacales.

La preocupación, es un sentimiento que muchas veces les impide conseguir lo que desean, le dan vueltas y vueltas hasta quedarse bloqueados con la idea y quedarse llenos de indecisión.

A veces este exceso de preocupación puede ser agobiante e incluso crear una codependencia de la persona a la que quiere proteger, impidiéndole crecer y desarrollarse en el camino de la vida.

Las personas tierra estresadas responden siempre con la preocupación.

Deben aprender a no sentirse obligados a proporcionar la felicidad de los demás.

Apegados al pasado, no les gusta el cambio, ni la soledad. Sus hogares dan seguridad a todos, les encanta que la gente se sienta a gusto, cómoda, bien cuidada, que se sienta como si fuera su propia casa.

Les gusta suavizar las cosas y solucionar cualquier conflicto.

Los tierra en el extremo opuesto pueden concentrarse tanto en sus propios problemas que entran en la auto observación y la indecisión. Pueden obsesionarse tanto con lo que deben hacer que no hacen nada, de tanto darle vueltas.

Los tierra equilibrados encuentran la forma de no preocuparse obsesivamente ni por ellos ni por los demás, muchas veces simplemente conectando con el planeta Tierra dando un paseo por la naturaleza, concentrándose en el ahora, no en lo que pasó o lo que pasará, no perdiéndose en preocupaciones, no interfiriendo en que la gente pueda vivir su propia vida y problemas.

Físicamente son personas generalmente de cuerpo redondo, rollizo y blando, tienden a coger peso y un andar oscilante y pesado.

Les encanta la comida y los dulces (patatas, pan, pasteles, pasta, cereal). Suelen sustituir la comida para cubrir la necesidad de cariño. Cada comida es como si fuese la última y les gusta tener de reserva por si acaso, es decir comen en exceso y suelen tener comida en abundancia.

Como suelen estar  regidos por el estómago y el bazo, el exceso de hidratos (azúcar, cereal…) hace que el bazo tenga una energía deficiente y le cause una retención de líquidos en pies, manos y alrededor de los ojos y el exceso de comida problemas digestivos.

Para su salud es muy recomendable no comer en exceso, eliminar el azúcar, reducir los hidratos de carbono y no incluir el gluten. Esto les ayuda a perder peso, no se sienten tan deprimidas, mejoran su piel, sus cefaleas, tienen más energía  y están menos irritables. Mejoran muy positivamente a nivel físico y emocional.

Les favorece mucho el movimiento, nadar, los bailes de salón como la salsa o el tango y los bailes en grupo como los regionales o el country son algunos ejemplos.

Suelen evitarlo, así que deben buscar algo que les guste y les motive aunque simplemente sea caminar por la naturaleza.

También deben aprender a no preocuparse demasiado por los demás, ser claro exponiendo sus deseos y necesidades y no sólo escuchar los de los demás, dar sin esperar nada a cambio, quererse a sí mismos sin esperar que le den el cariño los demás, tomarse el tiempo necesario para sus decisiones pero con decisión, no preocuparse si se equivoca: los errores son aprendizaje.

El cambio puede ser divertido y positivo, hay que atreverse, comprobarlo y disfrutarlo.

 

 

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